sábado, 29 de diciembre de 2018

SÓLO SÉ QUE NO SÉ NADA

                 Aportes de Sócrates, Platón y Aristóteles a la educación

   Sócrates, Platón y Aristóteles fueron tres grandes pensadores griegos que hicieron enormes aportes científico-filosóficos en diversas áreas, entre ellas, a la educación. Platón fue discípulo de Sócrates y Aristóteles a su vez de Platón.
   Carlos T. Bernheim (2008) expresó que el filósofo de la Antigua Grecia, Sócrates (470 – 399 a. de C.) renunció a llamarse a sí mismo sabio, puesto que él no pretendía conocer la verdad absoluta de todo y se autodenominó filósofo. Para él un filósofo no es quien posee toda la verdad sino aquél que pretende obtener sabiduría. El filósofo es consciente de que es ignorante, mientras que los sabios o sofistas poseen una doble ignorancia al ignorar que lo eran en ciertas cuestiones.
   Carlos T. Bernheim (2008) desarrolló en su texto que las ideas de Sócrates representan el primer gran sistema filosófico del mundo y se dieron a conocer a través de 28 Diálogos que escribió Platón (427 – 347 a. de C.) quien fue su discípulo durante 20 años. Sócrates introdujo el término mayeútica a la filosofía. Para él, el oficio del educador o maestro es ayudar a sus alumnos o educandos a extraer el conocimiento que ya tienen en su mente. Los estudiantes no perciben ese conocimiento hasta que el maestro lo va extrayendo por medio de preguntas muy hábilmente formuladas. A este método pedagógico se lo conoce como diálogo socrático. En materia de educación    Sócrates sostenía que la virtud se puede enseñar y aprender, preocupándose por el estudio del ser humano más que por el estudio de la naturaleza.
   Carlos T. Bernheim (2008) sostiene que para Sócrates para que un educador pueda enseñar, primero debe saber. Sócrates, como filósofo es consciente de lo que no sabe y está en constante búsqueda del conocimiento, mientras que los sofistas viven en la ilusión del saber.
   Según Charles Hummel (1994) la pedagogía socrática se aparta de la enseñanza tradicional en la que el maestro transmite sus conocimientos y el alumno los asimila con pasividad. Por el contrario, ésta es una pedagogía activa y dialógica. Tanto el educador como el alumno cooperan en la búsqueda del saber. A través de preguntas y respuestas que llevan a la reflexión, ambos se entregan a la búsqueda de adquirir el conocimiento.
   Platón fundó su propia escuela, la Academia, y enseñó allí durante casi 40 años a ilustres pensadores entre los cuales destacó su discípulo,  Aristóteles (384-322 a. de C.).  Carlos T. Bernheim (2008) nombra algunos datos importantes de la vida de Platón que él mismo desarrolla en el Protágoras. Se sabe que vivió durante el período de transición de la Grecia Clásica al Helenismo y la decadencia de la Atenas de Pericles. Cuando era pequeño recibió la educación normal de los varones griegos de su tiempo, las mujeres en la Antigua Grecia eran educadas en el hogar. Acompañado por un esclavo al que se llamaba pedagogo asistió a una escuela privada ateniense. Cabe aclarar que no existían las escuelas públicas. Aprendió a leer, a escribir y a calcular, memorizó poesía griega y “La Ilíada” y “La Odisea” del poeta Homero, aprendió a cantar y a tocar la cítara y se ejercitó físicamente. A los 20 años de edad se convirtió en el discípulo más destacado de Sócrates. Durante 20 años permanecieron juntos hasta que en el 339 a. de C. Sócrates falleció debido a sus desacuerdos con la democracia ateniense. Este hecho fortaleció las ideas antidemocráticas en Platón.  
   Carlos T. Bernheim (2008) explica que en la Academia, la escuela que fundó Platón, se estudiaba matemática, ciencias naturales, ética, metafísica y ciencias políticas. Su sueño era formar allí a reyes filósofos. La Academia continuó existiendo hasta el 529 después de Cristo.
   Por otro lado Carlos T. Bernheim (2008) aclara que mientras que al principio las ideas de Platón sobre pedagogía estaban fuertemente influenciadas por las de Sócrates, a lo largo de su vida se va desplazando cada vez más hacia una concepción política de la educación. Sus ideas políticas y educativas están ampliamente desarrolladas en sus obras: “La República” y “Las Leyes”. En primera, Platón plantea una utopía en donde las ideas que según él son inmutables y perfectas son más reales que las cosas del mundo que son mutables e imperfectas. Aquí la educación aparece como baluarte contra el cambio y la subversión, a diferencia de las teorías educativas actuales.  Mientras que en “Las Leyes”, elabora un detallado tratado de legislación para una ciudad ideal.
   Carlos T. Bernheim (2008) expuso algunos conceptos de Platón que se adelantaban a sus tiempos, pues él proclamaba igualdad de sexos en tiempos en donde las mujeres eran relegadas a las tareas domésticas. Para el filósofo en su ciudad ideal las mujeres podían ser educadas y luchar en las guerras de la misma forma que los hombres. Proponía una educación para todos y todas los miembros de la clase de los guardianas y una formación para artesanos y comerciantes limitada a un mero aprendizaje. Los esclavos quedaban por fuera de su visión educadora.
   “La Polis de Platón es una ciudad esencialmente educativa, creada para la educación. Sólo puede durar a condición de que todos los ciudadanos se hayan beneficiado de una educación que les haga capaces de tomar decisiones políticas razonables” (Bernheim, 2008, p.44).
   Platón fue, en palabras de Carlos T. Bernheim (2008), el primero en desarrollar una teoría sistemática de la educación estableciendo las reglas fundamentales desde donde se ha desarrollado todo pensamiento tanto filosófico como educativo. Además se convirtió en el filósofo más influyente en occidente conservándose cerca de 80 de las 400 obras que se cree que escribió.
   Para Platón “la verdadera educación se debe inculcar sólo en aquellos que pueden sacar ventaja de la misma, y ha de ser primordialmente responsabilidad del Estado”. El Estado decide “quiénes han de recibir esa educación (…) y se hacen juicios sobre sus capacidades intelectuales; los más aptos siguen adelante y los ineptos se hacen a un lado” (Bernheim, 2008, p.45-46).
   El tercer gran filósofo griego del que habla Carlos T. Berneheim (2008) en su obra es Aristóteles quien estudió en la Academia con Platón y perfeccionó sus estudios en Assos. Además, fue maestro de Alejandro Magno de Macedonia cuando era joven.
   Según Carlos T. Berneheim (2008) Aristóteles es fundador de la teoría del conocimiento pues para él, la ciencia, la filosofía y la educación se vinculan íntimamente. Para Aristóteles la educación es indispensable para que el ser humano pueda realizarse y alcanzar el bien supremo que sería la felicidad, aquello a lo que todos aspiran. Un hombre feliz es un hombre virtuoso y la virtud sólo se adquiere a través de la educación ya que ella le brinda lo que se consideraban buenos hábitos.
    “La libertad es una finalidad última de la educación, ya que no hay felicidad sin libertad (…) La verdadera felicidad reside en la vida consagrada a la filosofía, a la contemplación” (Bernheim, 2008, p. 49). De esta forma el hombre alcanza felicidad individual, pero también social ya que con ciudadanos educados, para Aristóteles, se logra una polis virtuosa y estable. La educación sería por lo tanto responsabilidad del legislador, del Estado (trátese de un Estado democrático o no).
   Carlos T. Bernheim (2008) sostiene que tanto Platón como Aristóteles piensan en un sistema de educación que podríamos asociar a lo que hoy se llama educación permanente en dónde se educa durante toda la vida. Ambos filósofos organizan a la educación en períodos de siete años. Si bien en las polis la enseñanza era privada, Platón y Aristóteles pensaban en una educación pública e igual para todos. Sin embargo, Aristóteles no menciona el rol del docente en sus obras.
   “Aristóteles distingue dos categorías pedagógicas que se completan: la educación por la razón y la educación por los hábitos. (…) Para él, estos términos significan lo que actualmente llamaríamos “pedagogía activa””. (Bernheim, 2008, p. 53).
   En cuanto al educando para Aristóteles, según Carlos T. Bernheim (2008), no es alguien que sufre pasivamente, sino que aprende por medio de la acción y esta acción proporciona placer al alumno. Las ideas de Aristóteles de este modo aparecen adelantadas para su época ya que coinciden con las visiones de los pedagogos actuales.

Referencia Bibliográfica:
Bernheim, C. (2008). Panorama general sobre la filosofía de la educación. EDITORIAL HISPAMER. P.35-53        

viernes, 21 de diciembre de 2018

¿Cómo tener éxito en una entrevista laboral?

¿Cómo tener éxito en una entrevista laboral?
   La entrevista laboral es una herramienta que se usa en el proceso de selección de personal. Es además, un diálogo que sostiene un propósito definido y no por la mera satisfacción de conversar. Es una conversación formal, para evaluar la idoneidad del solicitante.
   El objetivo de la entrevista laboral es determinar si el candidato puede desempeñarse en el puesto y cómo se compara respecto a los otros candidatos. Sirve para ampliar la información volcada en el Currículum Vitae.
   En primer lugar para el proceso de selección tiene que surgir en la empresa la necesidad de cubrir un puesto de trabajo. Se confecciona el perfil del candidato que se va a buscar. Se selecciona el método de reclutamiento. Luego, comienza un proceso de recepción de C.V. y selección de candidatos.
   La/s entrevista/s tienen varias etapas y puede tratarse de una sola así como de varias. Allí realizan test psicológicos o técnicos. Luego se coordina con el candidato elegido para que se haga estudios médicos y se procede a la inducción del candidato elegido.
   En ciertas ocasiones, primero se pasa por una entrevista con una consultora laboral, una segunda entrevista con el área de Recursos Humanos de la empresa y una o varias entrevistas con los superiores.
   El modelo de entrevistas puede variar de una empresa a otra y de un puesto a otro. En algunos casos las entrevistas son grupales, en otros individuales y a veces, cuentan con test psicotécnicos.
   En el caso de las entrevistas grupales, están pensadas para que creen pseudocompetencias entre los participantes. Se utiliza mucho cuando se busca personas que se desempeñen en el área de ventas.
   Hay entrevistas que se realizan en línea, vía Skype, por ejemplo para aspirar a un puesto en una empresa extranjera.
   Es importante, tomar nota de todo lo que digan por teléfono para coordinar la entrevista. Hay que conocerse a uno mismo y recordar experiencias de la escuela y de trabajos anteriores. Hay que prepararse para la entrevista y pensar qué tipos de preguntas pueden hacer, anticipando respuestas verdaderas que nos favorezcan. El muy importante, averiguar todo lo que se pueda sobre la empresa.
   Hay campos comunes en los que los entrevistadores suelen indagar:
   Campo de la experiencia: estabilidad en los puestos de trabajo, tareas realizadas, tareas que fueran de interés, deseos, críticas, virtudes y defectos, modo en el que se produjeron las desvinculaciones, etc.
   Campo educativo: nivel de instrucción alcanzado, continuidad de estudios, promedio, planes a futuro, por qué se abandonó, rol en los grupos de estudio, etc.
   Campo de intereses extralaborales: lecturas, tiempo libre, actividades adicionales, etc.
   Campo económico: salario actual, progreso económico y beneficios que la empresa brinda.
   Campo familiar: grupo familiar, a qué se dedican, con quién vive, etc.
   Preguntas frecuentes: ¿Qué conoce de la empresa?, ¿Fue despedido o renunció?, ¿Cuál fue su mayor logro profesional?, ¿Tuvo problemas con su jefe?, ¿Cuál es su mayor debilidad?, ¿Cuál es su mayor fortaleza?, ¿Qué busca en una empresa a la hora de trabajar?, ¿Si dice que está bien en donde trabaja, por qué está participando en este proceso?, ¿Cuáles son sus expectativas salariales?, ¿Cómo se ve en un futuro a mediano plazo?
   Algunas veces los entrevistadores prueban cómo la persona reacciona bajo situaciones de presión llevando a cabo una actuación para que la persona se sienta presionada a responder rápido o juzgada negativamente.
   Finalmente algunos consejos para llevar a cabo una buena entrevista laboral: Ser humilde con las virtudes y amable con los defectos, tener las respuestas en la punta de la lengua. Hay que llevar el Currículum Vitae, hay que saber el nombre y puesto de la persona que va a realizar la entrevista laboral, se debe estar preparado para cualquier tipo de preguntas, llegar a tiempo, demostrar entusiasmo equilibrado, vestirse adecuadamente (no llevar demasiado maquillaje, escote, ni polleras cortas, ir recatado), controlar postura y gestos, mirara  los ojos, identificar el valor que puede aportar a la empresa, aceptar errores pero encontrando soluciones, no ser interrumpido con el celular, no estar pendiente del tiempo ni del dinero, no mentir, no mostrar temor ansiedad o nervios, no hablar mal de otros trabajos y no comer, beber o masticar chicle.
Alejandra Abraham

viernes, 14 de diciembre de 2018

¿Cómo armar mi Currículum Vitae?

                ¿Cómo armar mi Currículum Vitae?
   El Currículum Vitae (C.V. a partir de ahora) está
directamente relacionado con conseguir un trabajo. El C.V. es una herramienta que tiene como objetivo que uno se presente profesionalmente. Es la expresión de datos personales, formación, experiencia profesional y valores añadidos al puesto de trabajo. Tiene como fin conseguir una entrevista laboral. Es decir, que el C.V. invita a que quieran conocer más sobre uno.
   Es importante conocerse a uno mismo para poder elaborar un buen C.V.
   El C.V. puede revelar una parte profunda de la personalidad y puede predecir el comportamiento en una amplia variedad de situaciones y desafíos laborales. La competencia se relaciona con la capacidad real y demostrada, para realizar con éxito una actividad de trabajo específica.
   Como metáfora se puede pensar en un iceberg para representar al C.V., hay una parte visible del que muestra las capacidades y una parte más oculta que tiene que ver con la personalidad.
   Si bien las partes del C.V. no son fijas y depende mucho de la personalidad de cada uno, hay ciertas características que la mayoría debería tener.
   En primer lugar se puede poner un título o encabezado en el C.V. el mismo, puede ser el nombre de la persona, “Currículum Vitae de y el nombre de la persona” o especificar además la carrera.
   En cuanto a si se debe o no poner fotografía, es un tema bastante controvertido, pero la profesora recomendó no poner foto a menos que la pidan en el lugar al que hay que enviar el C.V. o que sea para un trabajo en donde la imagen es un factor importante, por ejemplo: modelos, conductoras, etc.
   Se debe especificar claramente los datos personales y de contacto. Teniendo en cuenta que la dirección debe estar completa incluyendo la provincia, calle, altura, piso y código postal. Además, se debe aclarar el estado civil, la cantidad de hijos, el DNI y el Número de CUIL. En los datos de contacto se recomienda poner tres: celular, e-mail y teléfono de línea.
   Otro punto importante con el que debe contar un Currículum Vitae es el objetivo profesional. Se sugiere que no gire sólo en torno a los objetivos propios, sino también lo que se le puede aportar a la empresa. Pensar en qué puede ofrecerle uno a la empresa.
   Dependiendo la experiencia laboral con que uno cuente se podría alterar el orden de los siguientes puntos: el de Educación o formación académica y el de experiencia profesional.
   Si se cuenta con poca experiencia laboral es mejor hacer énfasis en los estudios. Se puede separar la educación o formación académica en educación formal u educación no formal (cursos o capacitaciones laborales). Aclarar los estudios cursados cronológicamente desde los más recientes a los más antiguos, respetando esta estructura: -Nombre de la institución-Carrera-Fecha de inicio y finalización o aclarar “en curso actualmente” y porcentaje de la carrera aprobada y promedio en el caso de ser buen alumno.
   En cuanto a la experiencia laboral, también se indica de forma cronológica de lo más reciente a lo más antiguo, de la siguiente forma: -Nombre de la empresa-Rubro de la empresa-Tareas-Fecha desde, hasta.
   Aclarar otros conocimientos o estudios, en especial si se trata de conocimientos de inglés (indicando el nivel) y de informática. En el caso de los cursos, indicar dónde y cuándo se cursaron.
   Se puede agregar información adicional como becas, hobbies, premios, actividades, publicaciones, disponibilidad para viajar y carnet de conducir y vehículo propio si lo tuviese.
   El último punto del C.V. son las referencias, laborales en el caso de haber trabajado, pero también se le puede pedir a algún profesor que sea referente. Especificando: -Nombre-Contacto-Relación laboral-
   Es importante recordar: mantener el C.V. siempre actualizado, no usar distintos tipos de letras en un mismo C.V., siempre elegir un tipo de fuente clásica, revisarlo antes de enviarlo controlando su estructura, contenido y ortografía, no hacer un C.V. muy extenso, debe tener una o dos hojas. A veces, hay que entregar el C.V. junto con una carta de presentación que se relaciona con el puesto al que se aspira adquirir y con los objetivos profesionales.
   Actualmente la forma en la que se busca empleo es a través de bolsas laborales de internet, en páginas como boomerang.com, zonajobs.com, empleosclarin.com.ar o computrabajo.com. Es importante tener cuidado, apuntando la búsqueda a empresas conocidas y teniendo en cuenta que no pueden exigir dinero.
Alejandra Abraham

viernes, 7 de diciembre de 2018

FUEGO OSCURO

Fuego oscuro, por Alejandra Abraham

“Fuego oscuro” es una antología integrada por trece cuentos cortos, tres cuentos de la colección “El periodista”, un poema y la novela “El poder oculto”. Algunas de estas obras fueron premiadas internacionalmente.
Biografía de la autora: Alejandra Daniela Abraham nació en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina el 29 de septiembre de 1991. Se graduó como Técnica Química y como Periodista en 2013. Actualmente, trabaja como docente y estudia Ciencias de la Educación.
📚 Conseguilo acá: https://goo.gl/aCxS6v

viernes, 30 de noviembre de 2018

CONOCE A ALEJANDRA ABRAHAM

ENTREVISTA QUE ME HIZO LA PÁGINA "MEGUSTAESCRIBIR"

Una semana más, os traemos a una de las autoras que consiguió destacar en los Premios MGE 2017Alejandra Abraham se alzó con los premios de Mejor obra thriller y terrorMejor obra de relatosMejor capítuloMejor título y Mejor cubierta. Descubre a una escritora con un potencial y un talento extraordinarios.

¿Por qué empezaste a escribir? ¿Qué motiva tu escritura?
El primer cuento que recuerdo haber escrito lo hice cuando tenía ocho años y fue para un trabajo que hicimos en el colegio. Era un pequeño relato de ciencia ficción que hizo que me ganase una gran felicitación por parte de la maestra y de la directora.
Recuerdo que cuando estaba cursando séptimo grado de la escuela primaria, la maestra de lengua nos informó de que durante las vacaciones de invierno teníamos que escribir algo sobre el General San Martín. Dijo que seleccionaría uno de los trabajos para enviarlo a un concurso literario.
Personalmente, creo que fue la tarea más divertida que me dieron en mi vida. Empleé casi todo el tiempo de mis vacaciones es escribir una pequeña novela histórica sobre la vida del prócer. La profesora quedó encantada, pero pidió disculpas por no haber especificado que el tamaño de la obra no podía superar unas cuatro o cinco carillas. Sin lugar a dudas, daba esa tarea todos los años y nunca nadie había escrito tanto.
No me desanimé. Al día siguiente le entregué un relato corto contado desde el punto de vista de la hija del General que reflejaba el dolor que sentía la pequeña tras la muerte de su madre y el miedo por tener que reencontrarse con un padre al que no recordaba por pasar toda su vida de batalla en batalla.
La maestra rompió a llorar de la emoción en medio de la clase y me pidió luego disculpas por no poder enviar mi relato al concurso. Al parecer, era demasiado emotivo como para que los jueces pensaran que una niña de doce años lo había hecho sin ayuda.
Debo confesar que eso sí me desanimó. Por fortuna, me sirvió para descubrir que amo escribir y ya sea jugando epic-rol en Facebook, haciendo noticias, o creando mis propios mundos en mis cuentos o novelas, seguiré haciéndolo. 

¿De dónde sacas la inspiración? ¿Eres una autora de método o de las que escriben con corazonadas?
En general, cuando escribo busco transmitir alguna idea o crítica social, pero intento que sea sutil e indirecta disfrazándola en la mayoría de los casos de fantasía. Tengo sueños bastante raros que me inspiran a escribir. Algunas veces ya sea conversando con alguien o divagando dentro de mi mente pienso una idea y le voy dando forma hasta que me siento a escribirla y se convierte en algo. Otras veces imagino un personaje y empiezo a escribir. Enfrentándolo a diferentes situaciones voy imaginando cómo las supera, basándome en la personalidad y los recursos que imagino que tiene.

¿Qué escribes? ¿Qué quieres transmitir?
Me gusta mucho escribir historias fantásticas, pero hasta la historia más fantástica tiene que tener una pizca de verdad para que sea buena. Intento lograr una escritura ágil que guíe al lector por la trama haciendo que se emocione y que reflexione. Me gustan los finales inesperados que dejen a quien lee pensando en la obra aunque haya terminado de leerla.

¿Has terminado de escribir algún libro?   
Mi primera novela terminada es El poder oculto, pero también tengo muchísimos cuentos hechos y me gustaría publicarlos en una antología en cuanto cuente con la suerte o el dinero necesario para hacerlo. Estoy revisando una serie de cuentos de la colección El periodista, que cuentan con el mismo personaje principal. Cada uno de estos cuentos puede ser tomado como una historia independiente, pero a su vez conforman capítulos de una novela.

¿Cómo creas tus personajes? ¿Te basas en tu entorno a recurres a tu imaginación?
Me encanta imaginar personajes. Voy dando forma a los personajes en mi mente muchas veces antes de crear una historia para ellos. Imagino personajes secundarios relacionados con mis protagonistas que pueden incluso nunca ser incluidos en la obra. Algunas veces creo que fueron incluidos y tengo que releer la historia para estar segura.

¿Qué consejo le darías a alguien que justo empieza a escribir?
Es un poco difícil pensar en un buen consejo para escribir ya que yo necesito unos cuantos. En principio les diría, que no se desanimen por las críticas de los demás. A veces buscamos reconocimiento, pero recibimos bofetadas emocionales. Lo que algunos consideran bueno, otros no. Si a todos les gustasen las mismas cosas, escribiríamos todos de la misma manera y eso sería muy estructurado y aburrido. Hay que escribir primero para uno y luego darse a conocer.
Lo más importante, es tener imaginación y algo para transmitir. Todo lo demás puede pulirse. Lo que suelo hacer yo es plasmar la idea y luego voy trabajando sobre esa base. Recién en la segunda o tercera lectura empiezo a corregir la gramática y la ortografía, acorto oraciones y me fijo que no haya muchas repeticiones. Recomiendo releer siempre las obras varias veces y pedirle a alguien que la lea también porque a veces saltan errores que no habíamos visto antes.

¿Qué autores acostumbras a leer?
Leo de todo, pero lo que más me gusta son las sagas largas de fantasía. Amo a J.K. Rowling que con Harry Potter logró que me apasione por la lectura. Mis escritores favoritos son: James DashnerSuzanne Collins, Antonio Santa AnaBrandon SandersonGeorge MartinJ. K. RowlingL. J. SmithPatrick RothfussStephenie Meyer y Paulo Coelho.

¿Qué es lo que más te gusta de la comunidad megustaescribir.com?
Me parece el mejor lugar para leer y compartir obras. Cuando conocí el sitio, hace dos meses, me emocioné muchísimo. Me hicieron sentir parte de una movida cultural. Es como la versión digital de un café literario. No sólo me leyó un montón de gente en muy poco tiempo, sino que tuve la oportunidad de conocer a escritores excelentes e interactuar con ellos. Es muy enriquecedor poder leer consejos y opiniones de gente que se dedica a escribir.

Para finalizar, termina la frase: megustaescribir porque…
Megustaescribir porque en cada texto inmortalizo una parte de mi ser, porque me permite capturar en el papel lo que de no ser así pasaría fugazmente por mi mente y quedaría olvidado, porque escribir hace que mi imaginación despegue hacia mundos inexistentes y me permite dar vida a personajes que de lo contrario no existirían.

Biografía autora
Mi nombre es Alejandra Daniela Abraham, nací en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina el 29 de septiembre de 1991. En el año 2008 publiqué mi primera novela. Me recibí de Técnica Química en 2010 y de Periodista en 2013. Trabajé en algunas radios FM y online. Actualmente, trabajo como docente y estudio Ciencias de la Educación.

UN LIBRO: Maze Runner, La cura mortal.
UN AUTOR: George R.R. Martin
UNA LIBRERÍA: Mundo feliz
UN PERSONAJE: Sirius Black
UNA PORTADA: El nombre del viento

viernes, 23 de noviembre de 2018

SIN UN ADIÓS

                                            SIN UN ADIÓS

   Marcos nos había contado aquella historia un centenar de veces. Aún me parece escuchar su voz como si estuviese conmigo en este momento, como si nunca se hubiera ido. Había sido necesario el Apocalipsis o por lo menos, aquello que pensamos que era el fin del mundo para que descubriese el amor de Gabriela.
   Observo a Sara alejarse junto a su madre. Me saluda con la mano en la que sostiene el trompo. Ya no quedan demasiados niños, pero creo que la humanidad todavía tiene esperanzas. Supongo que por ellos es necesario contar lo que sucedió, para evitar que algo así ocurra nuevamente. Nuestra historia no puede ser olvidada. Los sacrificios no fueron en vano.
   Catalogarnos como héroes sería exagerar demasiado, sin embargo debo reconocer que resistimos lo mejor que pudimos. No me enorgullezco de todos nuestros actos, pero lo cierto es que hicimos lo que estaba a nuestro alcance. Incluso cuando pensamos que todo estaba perdido, resistimos hasta el final.
   Me siento junto a su tumba e imagino que ella está aquí, a mi lado. Casi puedo sentirla acurrucándose en mi pecho. Podrá parecer una locura, pero evocar en mi mente a quienes amé y que ya no están conmigo, me ayuda a seguir adelante.
   No busco que sientan pena por mí. Estoy seguro de que si son supervivientes y están leyendo esto, también ustedes cargan con una historia trágica y deben haber dejado atrás a muchos seres amados. Pero si son como Sara, los hijos de una generación que estuvo a punto de desaparecer, entonces sólo podrán aproximarse a la idea de lo que es la verdadera desolación.
    Todo sucedió demasiado rápido. Nunca se puede estar preparado para algo así, pero hubiese deseado poder despedirme por lo menos de mis abuelos. Es imposible cambiar el pasado, pero ese día había salido con prisa de casa y no me había sentado a desayunar con ellos como solía hacerlo.
   Espero que mis abuelos hayan podido pasar un agradable tiempo conversando. Me gusta imaginar que fueron felices hasta el último aliento exhalado por sus labios. Ojalá, que no desperdiciaran aquellos instantes antes del final preocupados por nimiedades de la hipoteca o del trabajo. Espero que hayan partido en compañía del amor que se tenían, juntos como estuvieron más de la mitad de sus vidas.
   Aquella mañana en la que no me despedí de mis abuelos, después de la fugaz conversación que tuve con Eduardo fue cuando todo comenzó. Reinaba el silencio como si todas las personas de la Tierra contuvieran la respiración y aguzaran el oído para estar atentos a lo que se aproximaba.
   Me quedé inmóvil, incapaz de apartar la vista del cielo que había pasado de un azul radiante al color del miedo. Miles de estrellas fugaces parecían herir el firmamento con líneas de sangre. Una lluvia de meteoros en plena ciudad de por sí no era bueno, pero lamentablemente se trataba de algo mucho peor. Claro, que en ese momento yo no lo sabía y aun así el terror nubló mi mente y se apoderó de mis sentidos.
   Desesperado, escuché un terrible estruendo que hizo vibrar el pavimento. Miré a mi alrededor y distinguí una nube de polvo que se alzaba a unas cuadras de dónde me encontraba. Ese primer impacto fue como el disparo de un cañón que marcó el comienzo de la carrera por sobrevivir.
   Los gritos de miedo y de dolor comenzaron a propagarse al mismo tiempo como si se tratase de una película que hasta ese momento había estado en silencio. La gente pasaba corriendo a mi lado como si hubiera un lugar a donde escapar, como si no todo estuviese perdido.
   Si no hubiese sido por Marcos y Gabriela, seguramente hubiese sufrido la misma suerte que los millones de personas que perecieron ese día. El polvo se alzaba formando remolinos en el aire y respirar se hacía más difícil después de cada estruendo. Con los ojos entornados y el cuello de la remera como barbijo improvisado, me dirigí hacia el lugar de donde provenían los gritos de auxilio.
   Así conocí a Marcos, tratando de salvar a su némesis que pronto se convertiría en el amor de su corta, pero significativa vida.
   El auto estaba medio prendido fuego, pero aun así traté de encontrar otra alternativa antes de decidir que la opción más rápida era sacrificar la notebook que llevaba en la mochila. Mi computadora quedó destrozada al igual que el vidrio de la ventanilla por donde salió Gabriela.
   Sólo un ciego habría podido ignorar su belleza, pero sólo un loco como mi amigo Marcos hubiese podido soportar sus maltratos y permanecer a su lado. Su relación era explosiva y pasional. No puedo negar que se amaran, pero peleaban y mucho. Todos los miembros de la Alianza buscábamos rápidamente alguna misión o tarea que nos mantuviera alejados de ellos cuando no estaban de buen humor.
   —¡Ay, no! Todavía no había terminado de pagar las cuotas—. Parecía estar a punto de romper a llorar por la rabia de que su vehículo estuviera arruinado.
   Nunca me dio las gracias por haber roto la ventanilla, ni tampoco a Marcos quien se había hecho unos profundos cortes en los brazos con los vidrios rotos para que ella pudiese escapar ilesa.
   —¿Qué está sucediendo? —pregunté con la voz áspera por el polvo que inundaba el aire.
   —No tengo idea, hombre. Al parecer los meteoros están siendo piloteados por alguien o por algo —respondió Marcos mientras nos jalaba de la ropa para que nos apartásemos del fuego que se había ya extendido al asiento del conductor.
   Caminamos juntos, igual de desorientados que todos en la calle. Eran dos extraños para mí, pero aquel momento que compartimos en el auto hacía que me sintiera más cercano a ellos que al resto de las personas a mi alrededor.
   Nuestros pasos nos guiaron hacia a una escalera que llevaba a una estación de subte. Bajamos por ella sin saber que se convertiría en nuestro refugio por los próximos días, sin saber que hacerlo nos salvaría la vida. Las luces titilaban en la estación. Había gente por todas partes, algunos estaban heridos y otros lloraban. Había algunas familias reunidas con sus niños, personas solitarias y grupos pequeños de conocidos o a los que las circunstancias los había unido.
   Distinguí a Eduardo hablando con una pareja. Parecía desorientado y no lo culpaba por eso, pues yo estaba igual de confundido.
   —No tengo señal —se quejó Gabriela.
   Revisé mi celular, quería hablar con mi abuela y saber si estaban bien, pero tampoco tenía.
   —Olvidé mi teléfono en la oficina —reconoció Marcos.
   —No me extraña —agregó Gabriela. Tenía la rapidez de una serpiente cuando se trataba de criticar a alguien.
   Él la ignoró y me dijo su nombre. Yo le dije el mío. Más allá de lo que me había contado que la televisión decía sobre aquello que caía del cielo, tenía tan poca información como yo. Decidimos preguntarles a las personas en la estación y Gabriela nos acompañó de mala gana.
   Nadie entendía qué estaba sucediendo, pero se habían gestado unas cuantas teorías. Algunos decían que la Tierra era víctima de una invasión extraterrestre. Otros, aseguraban que se trataba de un ataque terrorista aunque no se ponían de acuerdo sobre qué país tenía la culpa y los más creyentes decían que el Día del Juicio había llegado.
   Yo no sabía en qué creer, pero estaba claro que se trataba de algo terrible. Los temblores indicaban que aquellas extrañas rocas seguían impactando sobre la ciudad y yo esperaba que esa estación no se convirtiese en mi tumba.
   Pensé en mis abuelos y me pregunté si los volvería a ver. Me aferré a la esperanza de que así sería aunque muy en el fondo sabía que no.
   Estoy seguro de que si el destino no la hubiese arrebatado de mi vida tan pronto, hubiésemos envejecido juntos, amándonos hasta el final como lo habían hecho mis abuelos. Susurro su nombre y dejo que se lo lleve el viento. Quizás exista vida después de la muerte y ella sienta mi voz como una caricia.
AUTORA DEL CAPÍTULO: ALEJANDRA ABRAHAM

viernes, 16 de noviembre de 2018

PORTALES CÓSMICOS (Pertenece a laColección de cuentos EL PERIODISTA)


   Matías se aferró a su asiento. Era la tercera vez que se subía a un avión, pero aún no lograba acostumbrarse al despegue. Observó por la ventanilla y vió que los objetos parecían desplazarse a toda velecidad. Se sintió oprimido contra su respado y cerró los ojos por un instante.Al abrirlos se dió cuenta de que estaban volando.
   Se relajó un poco una vez que ganaron altura y el aeropuerto se tornó lejano. El periodista envidiaba la capacidad de relajación que tenía Rodrigo. El fotógrafo se había quedado dormido apenas habían tomado asiento y ahora roncaba a su lado.
   Aunque el vuelo a Misiones no era demasiado largo, lamentó no haber tenido el tiempo para reemplazar el celular que le habían robado hacía unos pocos días. Cuando le ganó el aburrimiento, sacó la libreta que siempre llevaba con sigo y se puso a dibujar.
   Nunca había sido un asiduo dibujante, pero su mano guiaba la lapicera como si supiera lo que hacía. Una vez que terminó, contempló el producto con orgullo. No era ninguna obra de arte, pero para alguien que llevaba años sin dibujar, resultaba satisfactorio.
   El retrato en tinta de aquella misteriosa mujer que había desaparecido y posiblemente se había robado su celular, sonreía con malicia desde el centro de la hoja. Matías cerró su libreta y la guardó en el bolsillo de su campera de jean. Era mejor que Rodrigo no lo viese. Aunque el fotógrafo había sido testigo de como lo habían dejado plantado, Matías no había mencionado la pérdida de su teléfono. Para conservar su orgullo, había dicho que lo había vendido para comprar uno mejor y le estarían entregando el nuevo equipo en unos días.
   Una vez en el aeropuerto, Rodrigo rentó un auto. Matías aprovechó el viaje hacia el hotel, para apreciar el hermoso paisaje. La vegetación era exuberante y entre los diferentes estratos de la selva se veían pájaros increíbles. Llegó a distinguir un tucán cuyos colores contrastaban con las distintas tonalidades de verde. Momentos como ese lo hacían amar su trabajo, ya que era como estar de vacaciones.
   Se registraron en una pensión que estaba enfrente de un lujoso hotel. En el baño de la habitación había unas hormigas que tenían el tamaño de la uña de un pulgar que debían haber entrado ahí por una ventanita que permanecía entornada. Matías esperaba no toparse con ningún otro tipo de insecto gigante, especialmente en el lugar donde pasarías las siguientes noches.
   No se demoraron demasiado dentro de la habitación y se dirigieron al hotel internacional en donde se suponía que iban a encontrarse con un reconocido investigador paranormal.
   En Buenos Aires, cuando se enteró que la estrella del canal de historia iba a llegar al país, había movido cielo y tierra para poder pactar una nota con él. El joven periodista se sentía bastante identificado con aquel experto en ufología y esperaba algún día llegar a ser tan famoso como él.
   No pudo evitar sentir como la decepción se apoderaba de su ser, cuando la recepcionista les comunicó que la reserva había sido cancelada por un contratiempo inesperado. Matías y Rodrigo compartieron la misma mirada sombría. Habían invertido muchísimo tiempo para convencer a su jefa de que era muy importante hacer un viaje a Misiones y así conseguir el testimonio del investigador paranormal más famoso del momento. Si no conseguían hacer una nota que justificase la inversión económica que había hecho la revista, se jugarían sus empleos.
   Afortunadamente no tuvieron que esforzarse demasiado en  encontrar un evento relevante que estuviese a la altura de la frustrada entrevista. Apenas salieron del hotel, dos señores mayores se dirigieron hacia ellos y fue como si el universo moviera los hilos del destino a su favor.
   A partir de ese momento se dieron una serie de eventos que se fueron desarrollando de la manera correcta para que pudieran conseguir una nota tan buena o mejor que la que habían ido a buscar.
   —Disculpen las molestias —dijo el más alto de los hombres quitándose la gorra y dejando al descubierto una calvicie insipiente. —¿Son ustedes los enviados del canal de historia?
   Guiado por un impulso y sin saber muy bien por qué lo hacía, Matías mintió.
    —Sí —dijo y esquivó la mirada de sorpresa de Rodrigo.
    —¡Excelente! Mi nombre es Luis y mi compañero se llama Diego, pero le dicen El Mudo. Quedó tan impresionado la primera vez que abrimos las puertas cósmicas que no volvió a hablar el pobre. ¿Están seguros que quieren hacerlo hoy? Si no lo hacemos esta noche vamos a tener que esperar otras tres lunas llenas para hacerlo —. Luis les dedicó una mirada muy seria mientras El Mudo asentía en silencio.
   —Sí. Por supuesto, estamos preparados para enfrentarnos a eso —esta vez fue Rodrigo el que habló.
   Matías se relajó un poco. Quizás pudieran seguirle la corriente a aquellos hombres y apropiarse de la nota que tenía planeado el programa de ufología. Con un poco de suerte no serían descubiertos y podrían conservar sus empleos después de todo.
   —Disculpe mi atrevimiento, señor, pero por lo que nos dijo su asistente por teléfono, imaginé que me encontraría con alguien de más edad.
   Palideció. Se sentía descubierto, no sólo estaba claro que no era un investigador de cuarenta y tantos años, sino que su acento delataba que era argentino. Intentó parecer despreocupado e improvisó:
   —Me disculpo en nombre de la producción del canal. Se suponía que iban a avisar que surgieron algunos imprevistos y el equipo no pudo llegar. Sin embargo, sabiendo que los fenómenos astronómicos eran propicios para la apertura de los portales, optaron por asignarnos a nosotros, sus corresponsales de Argentina.
   No pasaron más que unos pocos segundos en lo que Matías contuvo la respiración esperando a que Luis dijese algo. Afortunadamente, creyeron su historia.
   —Bien, bien. Es bueno que los jóvenes se interesen por temas serios como estos —dijo dándole una palmada en el hombro al periodista.
   El Mudo hizo unas señas que Matías no comprendió y luego Luis lo tradujo para ellos:
   —Si les parece bien, deberíamos ir yendo. Lo mejor es empezar el ritual al anochecer, cuando apenas se hace visible la luna llena. ¿Tienen auto?
   —Claro, la producción nos dio uno —Contestó Rodrigo. Se notaba que estaba nervioso y Matías pensó que sus frases resultaban algo sobreactuadas.
   —No se preocupe, mi hijito. No es más que un portal de comunicación con los habitantes de otros planos de existencia. No le harán daño, aunque debo admitir que puede ser una experiencia fuerte para quien lo hace por primera vez —. Luis había interpretado el nerviosismo de Rodrigo como miedo o quizás Matías había interpretado el temor como nervios por fingir ser quienes no eran.
   La conversación no se demoró mucho. Luis les dijo que era chamán y que dirigía a un pequeño grupo de personas para que encontraran su camino psíquico-espiritual. El Mudo, era el hermano de Luis y había sido dotado con el poder de curar a la gente. Sólo tenía que tocar a la persona con sus manos y el dolor se aliviaba.
   Matías y Rodrigo dieron nombres falsos e intentaron no brindar demasiada información sobre ellos ya fuese real o inventada. Luego subieron a su vehículo y siguieron al auto del chamán cuyo caño de escape iba tirando una nube de humo gris a medida que avanzaba.
   El paisaje era precioso, pero había muchísima pobreza y cada vez que se detenían ante un semáforo o una señal de tránsito, grupos de niños humildes que no podían superar los doce años, se acercaban a ellos vendiendo piedras semipreciosas o pidiendo monedas. Cuando llegaron a la humilde casa de Luis, Matías había adquirido una colección de piedras para regalarles a sus padres, a sus hermanos e incluso había comprado unos pequeños árboles de la vida hechos en piedra y alambre para Florencia y Gastón, sus compañeros de trabajo.
   La diferencia de temperatura que había entre el interior del coche con aire acondicionado y el sofocante calor exterior hizo que Matías se mareara un poco al bajar. Siguieron al chamán por un pequeño sendero en la selva. Lamentablemente no se habían colocado repelente y al llegar a la vivienda estaban cubiertos de picaduras de mosquitos.
   La cabaña de Luis consistía en cuatro paredes de madera con un techo de chapa. En el interior estaban esperando una decena de personas de diferentes edades. Todos se presentaron con mucho entusiasmo y Rodrigo les tomó algunas fotografías. Luis dijo que no había problemas de que filmases o sacaran fotos hasta que el ritual comience. Una vez que abrieran los portales cósmicos, tendrían que ser respetuosos con los habitantes de otros planos y no podrían usar ningún tipo de cámara.
    Se sentaron en círculo con las piernas cruzadas y Luis comenzó a decir algunas palabras en lo que Matías supuso que era guaraní, aunque no estaba del todo seguro. Una anciana les sirvió una taza de té a todos los presentes mientras Luis con los ojos en blanco seguía hablando. La taza de Matías consistía en un envase de yogurt que había sido lavado. El té artesanal estaba bastante bueno, aunque él lo hubiese preferido con un poco de leche y una cucharada de azúcar. A su lado Rodrigo que estaba muerto de sed por el calor húmedo que hacía en esa pequeña habitación, se tomó su bebida caliente de un sorbo y le sirvieron más enseguida.
   Alguien encendió una fogata en el centro de la habitación, lo que a Matías le pareció una pésima idea, pues no sólo hacía como cincuenta grados ahí adentro, sino que la cabaña era de madera. Rodrigo tomó una fotografía al fuego y la anciana le pidió amablemente que le entregara la cámara, pues no debería haberlo hecho. El fotógrafo se desprendió con pesar de su objeto más preciado. Matías sintió algo de pena por él. Desde que lo conoció, sólo lo había visto separarse de la cámara para bañarse o dormir y sabía que si llegaba a perderla sería como si le robasen una parte de su alma.
   Algo en el fuego hizo que Matías apartase la mirada de su amigo. Una sombra muy negra tapaba la luz del fuego. Era como una silueta humana y se hacía cada vez más nítida. A pesar del calor, un escalofrío recorrió su cuerpo e hizo que su sangre se helara.
   Observó que a su lado Rodrigo temblaba y lloraba sin disimular. Tenía la miraba fija en el fuego y se lo notaba consternado y con un profundo pesar.
   No era el único con el rostro empapado por lágrimas y sudor. En la ronda muchos habían comenzado a llorar y algunos hablaban en voz baja con la sombra.
   Era una situación bastante aterradora, pero Matías sentía curiosidad ante todo. Tenía que haber algún truco, quizás un proyector escondido en la habitación. Miró a su alrededor, pero no vio nada extraño aunque seguía mareado por el calor y la deshidratación. Tomó un poco más de té. No había notado en que momento le habían servido más y hubiese preferido una gaseosa bien helada.
   La misteriosa sombra avanzó hacia donde él estaba sentado. Era como si su rostro sin facciones se hubiese concentrado en él. Se arrastró aún sentado hacia atrás con el corazón latiendo a toda velocidad en su pecho.
   Luis había asegurado que no podían hacerle daño y se aferró a ese pensamiento para no salir corriendo. El algún momento Rodrigo se había dejado caer y ahora lloraba como un niño abrazando sus piernas.
   El chamán aplaudió y apagaron el fuego con un balde de agua. El humo hizo que la gente comenzara a toser. La sombra ya no estaba y las personas parecieron volver en sí. Rodrigo volvió a sentarse y limpió su rostro con las palmas de sus manos. Tenía los ojos enrojecidos, pero había dejado de llorar. Matías, por su parte se sentía completamente embotado y confundido. Quiso tomar un sorbo de té, para aclarar su mente, pero alguien había retirado todas las tazas.
   Entonces lo comprendió. Seguramente habían colocado alguna especie de droga en sus bebidas y quizás también en la fogata. Seguía mareado y tenía el estómago revuelto, la sombra que había visto tenía que haber sido una alucinación causada por algún estupefaciente. Quería salir de allí lo antes posible.
   Rodrigo se le acercó y su voz resonó como un eco en su cabeza.
   —¿Viste lo que yo vi? —. Tenía la voz algo ronca y la mirada ausente. —Era mi papá. Es decir, falleció de cáncer cuando yo tenía cinco años, pero estoy seguro de que era su silueta. Es triste, pero a la vez me alegra de que pueda seguir viviendo aunque sea en otro plano y que haya algo más. Mi mamá es católica, yo nunca creí en nada de esto hasta hoy. Es bueno saber que hay algo más y que no dejamos de existir, ¿verdad?
   Matías no tuvo el valor para decirle a su amigo que pensaba que habían sido drogados y asintió con la cabeza.
   Rodrigo recuperó su cámara y le enseño disimuladamente una fotografía que se suponía que no debían haber tomado. La sombra que Matías había visto había sido capturada en la imagen aunque se veía algo difusa, pues recién comenzaba a formarse.
   El fotógrafo bloqueó la pantalla de su cámara, pues Luis se dirigía hacia donde ellos estaban.
   —Espero que puedan utilizar lo que vieron en el programa. Lamento que no pudiesen filmar, pero en el otro plano los entes son sensibles y no sería conveniente que ninguno de esos seres quedase atrapado adentro de una cámara.
   Rodrigo empalideció, pero no dijo nada.
   —No hubo problemas con el depósito inicial. Les parece si me pagan ahora el resto del dinero. No es sencillo abrir los portales con extraños presentes y mucho menos para que se haga público a través de un programa. Requiere mucho esfuerzo y concentración —. Luis se veía bastante ansioso por cobrar.
    Matías improvisó:
   —La producción se pondrá en contacto con ustedes mañana mismo y les hará llegar un cheque con el dinero acordado.
   —Entiendo. Bueno, ya nos veremos, chicos. Estaré pendiente del programa, para ver este episodio cuando salga —. Estrechó sus manos y se fueron.
   Una vez en el auto. Rodrigo se mostró un poco paranoico. No le agradaba la idea de tener un fantasma atrapado en su cámara y estaba seguro que en cuanto no recibiera el cheque prometido, el chamán les lanzaría una maldición. Matías intentó tranquilizar a su amigo sin obtener resultados.
   Unos días después, su nota salió publicada en la revista para la que trabajaban en realidad. También, se enteraron que el estudio de filmación del programa para el que habían fingido trabajar había sido cancelado por un incendio en el canal. Rodrigo estaba convencido de que por su culpa el chamán había lanzado una maldición hacia el estudio de grabación y a pesar de que amaba su antigua cámara la vendió por mucho menos dinero del que le había costado. Luego, se compró otra que si bien tenía peor resolución, no tenía ningún fantasma atrapado allí.
AUTORA: ALEJANDRA ABRAHAM

viernes, 9 de noviembre de 2018

EL PODER OCULTO CAP 30

                 CAPÍTULO 30: YO SÍ LO AMABA
   Había pasado una semana y Susana seguía internada en el hospital. Su vida ya no corría peligro, pero las áreas de su cerebro que habían sido dañadas impedirían que los recuerdos nos perjudicasen.
   Yo no salía de mi casa y permanecía la mayor parte del tiempo encerrada en mi cuarto. Me sentía mala e indefensa a la vez. Había dejado de comer, sólo fingía que lo hacía frente a mi madre, aunque no podía engañarla. No hablaba con nadie. No había vuelto a ver a Teby y sentía que él me había arrastrado, engañándome, con el fin de hacerle daño a otra persona en nuestro propio beneficio. No deseaba seguir viviendo. No me gustaba en lo que me había convertido.
   Nuestros poderes se habían incrementado notoriamente en esos dos meses de verano desde que nos habíamos conocido. Él no me había dado la información que poseía y sin embargo, las velas negras las tenía preparadas. Sabía con exactitud como  concentrar el poder mágico y utilizó mi propio poder psíquico para incrementar su magia en contra de Susana. Ya no confiaba en él, ni en nadie, ni siquiera en mí. No tenía el valor para quitarme la vida, pero no quería seguir viviendo. Qué sentido tendría mi existencia si hasta ahora sólo había provocado el mal. Hasta al haber descubierto toda la misteriosa trama del pasado de Esteban, que a la vez me vinculaba con él, nos había perjudicado. Ahora, era esclava de la verdad.
   Sabía de grupos clandestinos dedicados al mal y temía que por el anhelo de poder, pudiera convertirme en alguien como ellos. Ni siquiera quería convocar a mi abuela. Me avergonzaba de mi misma. Hubiese deseado ser como una gota de agua para poder perderme en la inmensidad del océano. Pero seguía siendo yo, Tamara, un ser especial que había desarrollado un gran poder y sabía que si seguía con vida este se iba a incrementar. No tenía claro donde empezaban y donde terminaban mis límites.
   Esteban había demostrado tener menos escrúpulos que yo. No le había dolido la enfermedad de su madre de crianza. Él mismo la había provocado y me había inducido también a mí a hacer ese ritual. La herida de mi mano parecía no cicatrizar y me seguía doliendo. Un pacto de sangre nos uniría para siempre. No estaba segura de qué significaría todo eso.
    Esa tarde de domingo, mientras permanecía recostada en mi habitación, alguien golpeó mi puerta. Al ver que yo no respondía entró en mi cuarto. Era Teby. Lo observé sin levantarme y mis ojos se llenaron de lágrimas. Me provocaba muchísima tristeza verlo.
   —Hola, hermosa. No estés mal. Me dijo Raquel que casi no comés, no hablás, no salís. ¿Qué te pasa, princesa?
   Hablé con la garganta ceca:
   —¿Cómo está tu mamá?
   Me dedicó una media sonrisa.
   —Perfectamente, no se acuerda de nada. Es feliz porque tiene un hijo maravilloso que la cuida. No tiene un turbio pasado que la atemorice y será para ella como volver a nacer. Tiene conocimientos adquiridos, algunos recuerdos y de los recuerdos que se borraron en su mente, yo estoy sembrando falsa información. Está muy feliz, su vida será perfecta una vez que salga del hospital.
   Era increíble que se mostrara tan frío al hablar de la persona que lo había criado desde hacía quince años. Aunque muy en el fondo yo sabía que él tenía razón. Si había sido capaz de causarle semejante daño a Susana, ¿qué me esperaría a mí o a los demás si nos oponíamos a lo que él consideraba mejor para sí mismo? Me incorporé. Sin contestarle caminé hacia la ventana. No quería escuchar más. Él me tomó de la cintura y continuó hablando:
   —Tamy, sabía que ella no podía morir. No controlamos la muerte. Fue lo mejor. Si ella hubiese hablado nuestras vidas hubiesen sido una pesadilla. Nos habrían separado e impedido nuestro desarrollo psíquico-mágico. Tus padres se sentirían fracasados al tener que lidiar todos los días con una hija demente, por decirlo de alguna manera. No podríamos defendernos de los más oscuros.
    Sabía que tenía razón, pero no quería reconocerlo. Continuó:
   —Sabés que es conveniente que sigamos con nuestras familias completando nuestra educación. Cuanto más sepamos, más armas tendremos para el futuro. Además, estas organizaciones aún no saben dónde estamos ni quiénes somos. Afortunadamente, Ariel no te siguió hasta tu casa. Es posible que él no tenga nada que ver, pero su abuelo…. Ay, Tamy, Tamy que ingenua fuiste en confiar en ese tipo de gente.
    Giré sobre mi misma y lo miré a los ojos.
   —¿Y las huellas en el mundo mágico? ¿No dijo tu madre que era peligroso que hiciésemos magia? —. Mi voz sonó más fuerte de lo que pretendía.
   —Linda, no te preocupes. En primer lugar, ella no es mi madre, mi madre es una verdadera hechicera, pero no sabe que yo existo. Además, no creo que esté preocupada aún por vos. Lo que hiciste hasta ahora no puede considerarse magia peligrosa para ella. Hay muchos que invocan espíritus y juegan con velas e inciensos. Hay tantas huellas en el mundo mágico que no tienen por qué haber rastreado la tuya. El problema va a ser en un futuro, cuando con nuestras fuerzas unidas comencemos a tener poder perceptible. Es posible que entonces se de cuenta que hay un poder oculto detrás de nuestras acciones visibles. Por el momento, nosotros sabemos de ellos, pero ellos no de nosotros. Esto nos pone en una situación de ventaja.
    Lo interrumpí:
   —Tu hermana sabe de mí. Tiene el poder de entrar en mi mente, en mis sueños y me vio.
   —Aún, es sólo una niña, pero quizás, quiera que te unas a ella y quién sabe si no nos convenga en el futuro. Su herencia es muy poderosa, al igual que la mía, pero la diferencia es que ella debe estar siendo entrenada para desarrollar su poder. Nosotros hace muy poco que sabemos del nuestro.
   —Reaccioná, Teby.  Esas personas son peligrosas. Te quieren muerto.
  —Estás equivocada, mi madre me quiere muerto, pero mi padre salvó mi vida y mi hermana algún día me va a necesitar. El único problema grave podría ser mi madre. Pero ella piensa que estoy muerto.
   —¿No crees que la niña va a ser malvada cuando crezca? No tiene ningún escrúpulo. No le han inculcado ninguno.
   _Querida, puede ser que ella entre en tus sueños. Simplemente con lograr que vos entres también en los suyos y ganes su confianza, podrás inducirla hacia donde nosotros queramos, ya que es muy pequeña y su personalidad recién se está formando. No te olvides de que también vos sos poderosa. Hasta hiciste un viaje astral.
   Irónicamente le planteé:
   —Muy lindo tu plan, pero te faltó pensar en un detalle nada más: yo no puedo entrar en los sueños de la gente. El viaje astral fue involuntario y muy peligroso. ¿Te olvidás que el ángel negro aguardaba para que se corte el hilo de plata que me unía a mi cuerpo? Además, si no saben de tu existencia y no quieren matarte, ¿por qué razón le enviarían un grupo de banshees a un completo desconocido?
   Hizo una sonrisa forzada y respondió:
   —Nadie me las envió. En realidad, después del sueño que tuve acerca de personas capaces de invocarlas a este plano yo hice simplemente un conjuro para desviar un poco su camino y atraerlas hacia mí. Pero me arrepentí, no estoy listo aún. Hay algunas cosas que aún no te conté, pero tuve unos pequeños problemas. Por eso, hice el otro conjuro para alejarlas. Quizás tu viaje astral fue inducido por mi voluntad para que sea tu espíritu quien me ayude a alejarlas. La verdad no contemplé la posible aparición del ángel de la muerte. Es obvio que podremos entrar en la mente de la pequeña. Sólo nos hace falta un poco de práctica. Esta noche tratemos de vincular nuestros sueños. Quizás haya sido casual que la niña te haya elegido, o tal vez la elegiste vos a ella. Después de todo, la primera vez que soñaste con ella, el conjuro para saber quién había nacido lo hiciste vos. Mi padre le pudo haber relatado acerca de mi existencia. Por eso el mensaje en tu ventana. Tu segundo encuentro onírico con mi hermana, fue por tu deseo de saber. Quizá la atrajiste a tus sueños, quizá seas vos quien los está controlando. Es posible que por ahora seas más poderosa que ella. Tenemos que asegurarnos y aprender a no pasar información que no queramos. Intentemos controlar nuestras mentes cuando soñemos. Esta noche nos veremos en un sueño, mañana conversaremos.
   Esteban daba por sentado nuestra unión. No había puesto en duda, ni siquiera por un instante, que yo seguiría experimentando en la magia junto a él. Ninguno de los dos era realmente bueno, pero tampoco malo. La relatividad del bien y el mal siempre seguiría siendo una constante en mi vida.
   No podía dejarlo solo, sentía que nuestros destinos ya se habían entrelazado y estaba claro que él sentía lo mismo.Sin embargo, la culpa por lo que le habíamos hecho a Susana y por lo que seguramente le provocaríamos a mucha gente en cada decisión me destrozaba. Lo que es bueno para algunos les hace daño a otros. Era evidente que podíamos torcer a nuestro favor el camino de la gente. Podríamos inducir a muchos a pensar lo que nos favoreciese. Me daba cuenta de que había algunos que ya estaban utilizando ese poder en su propio beneficio.
   Posiblemente, yo tuviese más escrúpulos que aquellos que ya dominaban a las masas. Desconfiaba bastante de la ética de Teby. Me daba miedo tentarme con el poder. Temía ser inducida por Esteban, pero no podía alejarme de él. Lo amaba. Una lágrima recorrió mi rostro. Él parecía estar leyendo mis pensamientos, porque con ternura secó mis mejillas con sus labios y seductoramente aseguró:
   —No te preocupes, hermosa. Todo va a estar bien. No volveremos a hacer daño, a menos que sea completamente necesario. Es decir, en defensa propia. Si estamos en peligro buscaremos la forma de resguardarnos y nos protegeremos el uno al otro.
   Dichas estas palabras, besó dulcemente mis labios. Quizás así estaba asegurando nuestra alianza. No estaba segura si el realmente sentía algo por mí o esa jugada era solo un movimiento estratégico para mantener nuestro pacto. Había cambiado su forma de ver el mundo. Antes creía que la soledad era el único modo de incrementar su poder. Luego me buscó a mí. Después se alejó, aparentemente para protegerme y ahora se acercaba nuevamente.
   No estaba segura de cuales eran sus sentimientos, si es que los tenía. De lo único que estaba segura, era de que él quería poder y que junto a mí, ambos lo conseguiríamos. Acepté sin decir una palabra.
   Caminaría junto a él en el sinuoso sendero del poder. Yo sí lo amaba.
AUTORA: ALEJANDRA ABRAHAM
ISBN 978-987-02-3003-8

Capítulo 30: El poder detrás del poder

Capítulo 30: El poder detrás del poder    Los magos y brujas que integraban el séquito de mi madre se arrodillaron y colocaron sus velas ...